La Tortuga Rusa se distribuye por el sudeste de Rusia, así como por el este de Irán y noroeste de Pakistán y Afganistán. Son tortugas terrestres de tamaño pequeño, con una longitud de cola a cabeza de entre 13 y 25 centímetros. Una de las características de las hembras de esta especie es que son más grandes y pesadas que los individuos masculinos. Además, se pueden diferenciar machos y hembras por la longitud de su cola, pues esta es más larga en el caso de los machos.
En todos los ejemplares, independientemente del sexo, se comparten características como su aplanado caparazón de colores variables que van desde el color canela al verde-amarillo, pasando por tonos aceituna (normalmente con marcas negras o marrones en las placas más grandes).
Son tortugas longevas, en estado salvaje suelen superar los 40 años de edad y en cautividad su esperanza de vida llega con facilidad al centenar de años.
Alimentación
Las tortugas rusas son herbívoras. Su alimentación se compone de vegetación herbácea y suculenta: hierbas verdes y secas, ramitas, flores, fruta, hojas carnosas y tallos de plantas silvestres y cultivadas.
La tortuga rusa como mascota
Es común tener una tortuga rusa como mascota, esto se debe a que son bastante sociables y fáciles de mantener. Si queremos tener una en nuestro hogar, hemos de tener en cuenta sus necesidades y condiciones en las que ha de estar.
La mas importante es su espacio, tiene que tener un territorio lo suficientemente espacioso para que se pueda mover sin ningún problema por el. Este, tiene que recibir luz solar y si no fuese posible habrá que instalar tubos UVA y UVB.
También necesitan un lugar e el que poder hibernar, ya que es algo que hacen anualmente. Para ello tendrá que tener un terrario con una temperatura baja (4-8ºC).
Debemos de limpiar su terrario y asegurarnos de que la temperatura nunca sea demasiado alta, vigilando que no supere los 35º.