Nuestras mascotas son igual de sensibles que los humanos a la deshidratación y a los golpes de calor. Por eso es muy importante en épocas estivales estar atentos a cualquier síntoma que puedan presentar.
Unas pequeñas pautas a tener en cuenta en esta época del año son fundamentales para prevenir estas situaciones:
- Realizar el ejercicio en las zonas más bajas de calor, bien a primera hora de la mañana o al atardecer.
- Procurar que siempre tengan un recipiente de agua fresca a su alcance.
- Mantener su lugar de descanso alejado de ventanas o zonas expuestas a la radiación solar directa y bien ventilado.
- En el caso de que nuestras mascotas sean muy peludas, un visita a la peluquería para recortarles el pelaje.
- No dejarlos en el coche mientras hacemos recados. Aunque este a la sombra y con la ventanilla entreabierta, nuestro automóvil puede tener una temperatura elevada.
- Vigilar su alimentación.
Si observamos alguno de los siguientes síntomas, acudir inmediatamente al veterinario:
- Se le ve agitado, incluso si ha estado en reposo. Puede tener la mirada un poco perdida y estar esbozando una ligera “sonrisa”.
- No muestra deseos de moverse y se le nota perezoso durante mucho tiempo y en horarios poco usuales.
- Temblores musculares
- Vómitos.
- Ritmo cardiaco acelerado.
- Desorientación y tambaleos.
- Pérdida del apetito.