El filtrado es el pilar para tener un acuario limpio, exitoso y saludable. Es esencial que los desechos biológicos producidos por los peces, plantas, corales o invertebrados que habitan nuestro acuario sean removidos antes de que puedan suponer un problema para el ecosistema. Hay tres tipos de filtración que deben llevarse a cabo:
- Filtración mecánica. Una forma de filtración que comprende atrapar grandes cantidades de desechos. Esto ayuda a mantener niveles superiores de oxígeno y reducir la acumulación de nitrato.
- Filtración química. Activa el control y el cambio de características específicas del agua. Esto ayuda a asegurar que los peces y las plantas lucirán mejor y estarán más saludables.
- Filtración biológica. La purificación biológica del agua se logra a través de varias cepas de bacterias benéficas, que se conocen como Nitrosomonas y Nitrobacter.